Los hijos de los dioses by Ana Santos Ruiz

Los hijos de los dioses by Ana Santos Ruiz

autor:Ana Santos Ruiz
La lengua: eng
Format: epub
ISBN: 9786078450350
editor: Bonilla Artigas editores
publicado: 2016-03-13T04:35:37+00:00


La “doctrina de la mexicanidad” enunciada por Alemán consistió básicamente en la idea de que el esfuerzo de los mexicanos y las raíces de la identidad nacional serían las claves que aportarían la solución a los problemas del país. En palabras del titular del Ejecutivo, la mexicanidad era el espíritu patriótico que orientaba su programa de gobierno:

Mexicanidad es la conciencia de que en nosotros mismos –en nuestro esfuerzo tesonero en el trabajo y en nuestras convicciones morales y espirituales– radica la solución de nuestros problemas. No nos consideramos ni superiores ni inferiores a otros pueblos. Afirmamos las características de nuestra propia personalidad, que tradicionalmente ha sido, además, franca, leal y amistosa para los otros países, sin distinción de razas, de credos o de organización jurídica o social. 37

Este discurso, repetido hasta el cansancio a lo largo del sexenio, no sólo era expresión de la que sería la política internacional del régimen, aludía también a una especie de mística nacional que pretendía mantener la cohesión social y conseguir la aprobación de un proyecto que vendría a transformar la vida del país. Como se verá en las siguientes páginas, apelando a la mexicanidad se buscaba obtener la aceptación de cualquier medida, cual si fuera dictada por la entraña misma del pueblo. Con este mecanismo, propio de los discursos nacionalistas, se invisibilizaba la dimensión política de dichas medidas, ocultando que éstas formaban parte de un proyecto específico. A propósito de esto, Alfredo Cruz Prados comenta lo siguiente en su trabajo sobre nacionalismo e ideología:

El nacionalismo, con su idea de una comunidad preexistente al Estado, constituida por factores culturales y permanente en el tiempo, supone claramente [una] concepción instrumentalista de lo político. El orden político que el nacionalismo exige para beneficio de la nación es un orden político al que, supuestamente, la nación no debe ni su existencia ni su identidad. Ese orden es, pues, un simple instrumento al servicio de una realidad ya dada y definida. […] La concepción instrumentalista de lo político es lo que lleva, en momentos de crisis, de declive o insatisfacción, a buscar, como explicación y como salida de esa situación, una comunidad y una identidad subyacentes a lo político, que representen algo así como la verdad sobre nosotros mismos, la fuente escondida y olvidada de nuestras mejores energías, y que constituyan el sustrato vital de un nuevo orden político, verdaderamente legítimo y adecuado a nuestro ser, que servirá de cauce para el resurgir colectivo. 38

El discurso de la mexicanidad limitaba el ejercicio de la política a un ejercicio de autofidelidad en el que la lucha contra la opresión y la injusticia se resolvían en un mantenerse fiel al propio ser. Ello implicaba una renuncia a la actividad política, es decir al conjunto de mediaciones necesarias para la conciliación de las diferencias, la organización de la vida social y la eliminación de las desigualdades económicas y políticas. Así, la idea de que la mexicanidad aportaría la solución a los problemas específicos de la nación, comportaba, de un lado, la



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